Aparentemente, es un terreno de tierra de 12 kilómetros de longitud que se extiende por la desembocadura del río Piedras. Más allá de ser una simple lengua de arena, la playa de la Flecha es un lugar único que se posiciona como uno de los territorios de mayor atractivo turístico y ecológico de la provincia. 

Este enclave natural de la zona costera de Huelva se encuentra en primera línea para aquellos que quieran observar el mar y sus distintas tonalidades de azul, algunas de las mejores playas vírgenes del litoral onubense y los paisajes marismeños, dunares y estuarios que son, sin lugar a duda, una de las tantas reliquias naturales de Huelva. 

Curiosamente, la playa de la Flecha aumenta cada año a un ritmo de 30 metros, un fenómeno único en la península que supone un escenario en constante cambio. La lengua de arena se extiende por la desembocadura del río Piedras y pertenece al municipio de Lepe. 

Su peculiaridad morfológica y su característica evolución han hecho que se convierta en todo un punto de atención turística, acumulando visitas de miles de personas al año que desean asomarse a conocer tal zona del litoral onubense. 

Por su parte, el paraje natural Marismas del Río Piedras y Flecha de El Rompido, además de mantener sus playas intactas y con poco rastro de la presencia humana, alberga especies únicas tanto vegetales como animales que podrán verse desde alguno de los senderos que permite conocer el enclave en profundidad. Entre sus especies vegetales más comunes, se encuentran los bosques de pino piñonero.

También dentro del entorno de la marisma se encuentra vegetación adaptada a medios salinos, como las praderas de espartina marítima, almajos, verdolaga marina, limoniastrun, limoniun y brezo de mar. En las dunas de la barra litoral la vegetación es la propia de suelos arenosos no consolidados, habiendo presencia de oruga de mar, junquillo, cardo marítimo y azucena de mar.

También se encuentra repleto de especies animales, encontrando en tal ubicación la espátula común, aves limícolas y otras especies de zonas húmedas. Entre las sedentarias se pueden observar la cigüeña blanca y el aguilucho cenizo, y entre las migradoras que se reproducen en este espacio se encuentran el aguilucho lagunero y la garcilla bueyera. Su vegetación es también un cómodo hogar para especies como el camaleón. 

A pesar del fenómeno que convierte en único este espacio, se trata de una playa en peligro y castigada por los distintos fenómenos costeros.