Copa del Rey | Anecdotario

A mí, Sabino (Arana), que los arrollo

  • En 1925 Sevilla fue sede de la primera final. La ganó el Barça de Platko, el héroe de Alberti

  • La final Athletic-Betis de 1931 empezó con el Rey y acabó en plena República

  • La Copa se crea en 1902 para celebrar la mayoría de edad de Alfonso XIII

  • El Sevilla jugó una final contra el Bilbao en 1955, el año del Pichichi de Arza

  • El Athletic repite final por tercera vez en Sevilla y el Mallorca se estrena

Urío Velázquez amonesta a Urtubi ante Maradona, Víctor, Schuster y De Andrés en la final de Copa del 1984.

Urío Velázquez amonesta a Urtubi ante Maradona, Víctor, Schuster y De Andrés en la final de Copa del 1984. / D.S.

El Athletic de Bilbao lleva cuarenta años sin ganar la Copa del Rey. Hay que remontarse a 1984, el doblete de Javier Clemente, colofón del cuatrienio de títulos del fútbol vasco. Pero mucho más tiempo lleva sin acoger una final. No lo hace desde 1921, el año del desastre de Annual. El equipo anfitrión venció al Atlético de Madrid. Pese a que los bilbaínos han ganado 23 Copas y el fútbol vasco acumula 32 trofeos, este 2024 se cumple un siglo de la última final disputada en Euskadi. San Sebastián fue la sede de la final de 1924 en la que el Real Unión de Irún venció al Real Madrid. Los dos equipos que jugaban y con cuyas aficiones coincidió Miguel de Unamuno cuando cruzó la frontera en 1930 en su regreso del destierro parisino a la muerte de Primo de Rivera.

Sevilla es una de las catorce ciudades que ha sido sede de una final de Copa. Con la de mañana será su novena final, una menos que las que tiene Valencia. Madrid se lleva la palma con setenta finales seguida por Barcelona con 17. Es la sexta consecutiva que tiene lugar en Sevilla.

El año próximo será el centenario de la primera final sevillana de Copa. Tuvo lugar en el estadio Reina Victoria. El Barcelona venció 2-0 al Arenas de Guecho. Como curiosidad, el portero azulgrana era Platko, el guardameta al que Rafael Alberti le dedicó tres años después su poema (“Nadie se olvida, Platko, / no, nadie, nadie, / oso rubio de Hungría…”). El primer gol copero en Sevilla lo marcó José Samitier, el delantero al que Alberti le dedicó este poema inspirado en la final de Copa que el Barcelona le ganó a la Real Sociedad en el Sardinero de Santander en 1928 y que el de El Puerto vio con Cossío y Carlos Gardel.

Se dice pronto, pero este trofeo, puesto en marcha tres décadas antes de la Liga, ha sobrevivido a una Semana Trágica, una Revolución Rusa, dos Guerras Mundiales, una guerra civil, una República, dos dictaduras, tres Reyes (sin contar el que pudo reinar, como el Kipling de la película de John Huston) y hasta una pandemia. La Copa del Rey nace en 1902 y su formulación no fue nada retórica: fue uno de los festejos con los que se celebró la mayoría de edad de Alfonso XIII. El partido inaugural se disputó en el Hipódromo de la Castellana de Madrid. El Bizcaya, un combinado con futbolistas del Athletic y otro equipo vasco, se impuso al Barcelona en el que jugaba Hans Gamper, el suizo que fundó el equipo de la Ciudad Condal.

En 1903 el Athletic de Bilbao, ya con su denominación contemporánea, repitió triunfo, esta vez sobre el Real Madrid. Todavía vivía Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco, que murió en noviembre de ese año. Tocayo del héroe bilbaíno de los Juegos de Amberes 1920 inmortalizado en la frase de Belauste: “A mí, Sabino, el pelotón, que los arrollo”. Fue tras esa final de 1903 cuando un grupo de aficionados bilbaínos residentes en Madrid decidieron crear en la capital un equipo-sucursal de San Mamés, germen del actual Atlético de Madrid.

El Athletic de Bilbao ha ganado Copas con Alfonso XIII, con Juan Carlos I, pero ninguna bajo el reinado de Felipe VI. Hoy empieza la campaña de las elecciones vascas.

Cuando el Athletic alzó el trofeo por última vez era lendakari Carlos Garaicoechea y Felipe González llevaba año y medio en la Moncloa. Desde entonces los de San Mamés han disputado y perdido seis finales, el síndrome holandés, cuatro contra el Barcelona. Este duelo es el que más veces se ha repetido a lo largo de la historia del trofeo, hasta en nueve ocasiones.

El Mallorca es uno de los cinco equipos que la han ganado en una sola ocasión, junto a Arenas de Guecho, Vizcaya, Racing de Irún y Levante. El vasco Astorquia marcó el primer gol en la historia de la Copa en 1902. El brasileño Rodrigo Goes, el último, en la final del año pasado contra el Osasuna disputada en el estadio de la Cartuja. El autor de los dos últimos goles en Liga al Athletic de Bilbao.

El Sevilla tiene cinco títulos ligueros y el Betis tres. Los dos disputaron finales contra el Athletic, dos el Betis y una el Sevilla. La Copa de 1931 empezó a disputarse el 12 de abril de ese año y al proclamarse dos días después la Segunda República pasó a denominarse Copa Presidente de la República. Ganó el Athletic 3-1 al Betis, que estaba en Segunda y ascendió un año después para ganar la Liga en 1935. Esta final se repitió el 25 de junio de 1977, diez días después de las primeras elecciones de la democracia. El Betis ganó en los penalties. El Sevilla entrenado por Helenio Herrera perdió la final de 1955 contra el Athletic de Bilbao. Ese año Juan Arza consiguió el Pichichi de máximo goleador.

El año del gol de Zarra en Maracaná ganó la Copa el Athletic. El año del gol de Marcelino a la Unión Soviética la ganó el Zaragoza. El año del gol de Iniesta a Holanda… la ganó el Sevilla. Telmo Zarra encabeza la lista de goleadores en partidos de copa con 81 tantos, seguido por Samitier (70), Gorostiza (65) y Lionel Messi (56). En el puesto duodécimo aparece Guillermo Campanal, de la delantera stuka, con 46 goles. El Athletic quiere sacudirse el maleficio de Orwell de 1984 y que a la séptima vaya la vencida. El Mallorca sólo ha perdido dos, pero ganó la última al Recreativo de Huelva. Es la segunda final de Copa del mexicano Javier Aguirre, que la perdió en 2005 con el Betis. El Madrid es el que más finales ha perdido: veinte, tantas como títulos coperos hay en sus vitrinas.

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