Pues UCAM Murcia completa el podio en Belgrado. Se impuso el equipo de Sito en la final de consolación al Peristeri (84-87), ese partido que nadie quiere jugar pero con 100.000 euros para el bronce, que supone un pellizco para equilibrar números. Es la tiranía de una ACB que ha dominado con fuerza esta BCL, rozando lo insultante, y que sirve para contextualizar el nivel actual de los equipos españoles. Gana un poco más de prestigio la Liga en esta Final Four en el Belgrado Arena, donde se habló en castellano por cualquier esquina. A ese club de alternativas a los Euroliga, que lideran Unicaja y Lenovo Tenerife, se ha sentado en la mesa el UCAM Murcia. Bravo por el equipo pimentonero, que repite el bronce que ya logró en Atenas 2018, con Ibon Navarro en el banquillo. Era otra BCL por aquel entonces. Un club que está poniendo unas bases sólidas, proceso parecido al experimentado en Málaga, de encontrar una plantilla carismática, además de nivel, y construyendo una identidad, lo más difícil. Se valorará el estar en esta Final Four, muy cerca de jugar el segundo partido del domingo. "Nada es suficiente para mí hasta que consigamos ganar", decía Sito Alonso al perder con el Unicaja. Se está instaurando un carácter ganador, pero falta dar ese paso definitivo. El camino sin duda es el correcto.

Un partido que los murcianos controlaron en su mayoría. Es difícil afrontar un partido de estas características, tampoco ayudaba la frialdad del Belgrado Arena. Pero hubo actitud y ganas de ganar, que ya es noticiable en un tercer y cuarto puesto. Patrones parecidos al de la semifinal. Es un equipo solidario y enérgicamente siempre en picos altos, y una plantilla que, además de calidad, es profunda. Es difícil verle flaquear, aunque hubo alguna pájara en la segunda parte, con un marcador que por momentos fue cómodo (39-55 en el ecuador del segundo cuarto). Creció el Peristeri con Joe Ragland, de los mejores jugadores de esta BCL, que contagió el estado de ánimo a los griegos, llegando a pelear el partido en el último cuarto (75-77 a falta de dos minutos). Varios tiros libres y un triple de Hakanson, gran papel del base checo, y un tapón de Todorovic para forzar la prórroga, sellaron una victoria que tiene su peso en Murcia.