Sin apenas tiempo para paladear el título, el Unicaja tenía que viajar este martes rumbo a Tenerife para jugar este miércoles el partido aplazado de este fin de semana de la Liga Endesa por la disputa de la Final Four de la BCL. No es una casualidad que sea el mismo rival. La ACB programa para las fechas del calendario previstas para el desenlace de la competición europea enfrentamientos entre los equipos que participan en ella para mover el menor número de encuentros. Es por eso que Lenovo y UCAM son los rivales este miércoles y el domingo.

Han sido horas física y emocionalmente bastante intensas. Son dos partidos en 48 horas, un viaje de madrugada a Málaga para acostarse poco antes de las 7 de la mañana después de la recepción de los aficionados y un día de festejos este lunes por las calles de la capital que acabó en una cena de equipo y con todos los trabajadores del club. No todos los días se gana un título y había que festejarlo.

La previsión era entrenar este martes y después salir rumbo a Tenerife, pero Ibon Navarro, que este martes celebra su 48 cumpleaños, y su staff decidieron, tras la paliza, que era mejor dejar descansar al equipo este martes por la mañana, que durmieran y recuperaran. Es un partido el de este miércoles que se juega más con la cabeza que con las piernas. Un rival duro al que el Unicaja se ha medido 72 horas antes en la disputa por un título pero con el que el conocimiento es bastante elevado después de tantos enfrentamientos. Se ha preparado el partido de la final y está fresco en la memoria. Así que se privilegió el reposo para preparar el partido. La idea ahora es llegar en el mejor estado al inicio del play off, previsto para el 14-15 de mayo. Y eso puede costar alguna derrota. Pero con el segundo puesto garantizado hay un colchón bien ganado. Aunque también obliga a una reflexión sobre el salvaje calendario que hay.