La convocatoria electoral es una prerrogativa exclusiva del presidente del Gobierno andaluz, Juanma Moreno. Sólo tiene un condicionante, que debe fijar la fecha 54 días antes, momento en el que se disuelve el Parlamento.

En la actualidad, en el Gobierno y el PP hay quienes prefieren junio, por un motivo de planificación presupuestaria, y quienes desean alargar hasta octubre, de modo que Moreno se pueda presentar ante el electorado como un gobernante responsable. La hecha de octubre permitiría que el electorado conociera en el momento de ir a las urnas la sentencia final del Supremo sobre el caso de los ERE.

Tanto noviembre como diciembre son malos meses para convocar elecciones por motivos meteorológicos, pero lo que pesa para rechzar estas fechas es que el Gobierno no quiere reanudar el curso político en el Parlamento en septiembre. 

Éstas son las fechas posibles: 

12 de junio. Para ello, Juanma Moreno tiene que disolver la Cámara autonómica el martes 19 de abril, después de la Semana Santa. Por entonces ya puede conocer qué efecto consigue Alberto Núñez Feijóo.

19 de junio. El presidente contaría con una semana más para pensárselo. Tendría que firmar el decreto el 26 de abril. Cualquiera de las fechas de junio permite que el nuevo Gobierno cuente con un Presupuesto de 2023 antes de iniciar ese año. En este domingo, sin embargo, se celebran muchas fiestas de Corpus. 

Si fueran en junio, no se podría celebrar el pleno de la comisión de la Faffe, cuyo resultado se anularía desde un punto de vista oficial. No habría condena política a los tres últimos presidentes socialistas.

Julio y agosto son inhábiles en Andalucía para celebrar elecciones.

2 de octubre. la Junta prevé un buen verano económico, porque el turismo se habrá recuperado en España. Para esta fecha, Moreno disolvería la Cámara el último día de agosto. Por tanto, no comenzaría un nuevo curso político después de las vacaciones parlamentarias veraniegas.

En octubre sí se conocerá la sentencia de los ERE, que afecta a Manuel Chaves y José Antonio Griñán.