Sequía

¿Cuánto tiene que llover para que vuelva el agua a las fuentes de Córdoba?

Cartel instalado por Emacsa en una de las fuentes de la ciudad.

Cartel instalado por Emacsa en una de las fuentes de la ciudad. / Miguel Ángel Salas

Las fuentes de Córdoba capital están secas. Lo están porque la ciudad entró a principios del pasado mes de noviembre en una situación de emergencia por sequía -desde julio ya estaba en situación de alerta-. Esto trajo consigo que la empresa municipal responsable de la gestión del agua, Emacsa, tomara medidas adicionales de ahorro de consumo.

En situaciones como esta, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir obliga a las administración municipal, en este caso al Ayuntamiento de la ciudad a diseñar un plan de ahorro que conlleva una serie de medidas; entre ellas, la de que las fuentes municipales dejen de manar agua. Es la primera vez en este siglo que Córdoba entra en estado de emergencia por sequía. Habría que remontarse a 1999 para recordar un escenario similar. No obstante, el suministro domiciliario de agua no corre peligro.

El presidente de Emacsa, Jesús Coca, ya avanzó que las medidas puestas en marcha por Emacsa tienen como objetivo, “reducir aún más el consumo, pasando del 5% de ahorro de antes de la emergencia al 10%”. Córdoba entró en estado de emergencia después de que el embalse del Guadalmellato –el de referencia y principal fuente de abastecimiento de la ciudad- sumara dos meses por debajo de 45 hectómetros cúbicos.

Entre las medidas figuraba la reducción del 80% en el consumo de las fuentes ornamentales de la capital. En este sentido, aclaró que “mantendremos en funcionamiento la de la plaza de las Tendillas y otras del Casco Histórica y algunas de las más representativas de los barrios, partiendo siempre de la premisa de elegirlas según el gasto de agua que tengan”. 

¿Cuánto tiene que llover para revertir esta situación? El presidente de Emacsa insistió en una entrevista a este periódico en que, "aunque estamos técnicamente en emergencia por sequía, el abastecimiento en los domicilios no peligra porque tenemos agua para prácticamente dos años en el caso de pocas precipitaciones". Coca relató que "a día de hoy" los embalses están "en unos niveles globales muy parecidos a los del año pasado y con estas reservas de agua estamos en una situación muy favorable con respecto a otras capitales de provincia de Andalucía. No obstante, los ciudadanos tienen que tener en cuenta que el agua que se gasta hoy es agua que no tienes mañana en este escenario como el que vivimos de sequía prolongada". "Últimamente ha llovido con continuidad y esperemos que siga siendo así", sentenció.

Coca apuntó que para salir de la emergencia por sequía "tendría que llover mucho en los próximos meses" y de forma progresiva, no con grandes tormentas que en poco tiempo dejan muchos litros por metros cuadrados. El Guadalmellato contiene en la actualidad 41 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone que está al 28% de su capacidad -el año pasado por estas fechas acumulaba 53 hectómetros cúbicos, o lo que es lo mismo, se encontraba al 36.05 de su capacidad-. "Para salir de la emergencia por sequía, "deben caer en los próximos meses más de 200 litros por metro cuadrado y que el Guadalmellato supere el 45% de su capacidad", sentenció. "El año pasado cayeron 200 litros solo en el mes de diciembre. "Necesitamos unos 200 acumulados, pero que no caigan, por ejemplo 80 litros solo en un día, porque eso supondría inundaciones ese día y al día siguiente estaríamos igual.

El pasado mes de julio, tras la entraba en alerta por sequía, Emacsa puso en marcha una batería de medidas para el ahorro de agua en la ciudad, con la intención de reducir el consumo en un 5%. Para ello, la empresa municipal puso en marcha planes de ahorro de grandes consumidores urbanos y la reducción de usos urbanos no esenciales, como son los casos de las láminas de agua en las fuentes, el riego de jardines y los baldeos, entre otras. También se tomaron una primeras medidas para reducir el consumo en fuentes ornamentales, así como en parques y jardines públicos. A todo ello se le sumaron las campañas de concienciación de ahorro de agua, “algo que hacemos durante todo el año, aunque en esta ocasión tomando como referencia el nuevo estado en el que nos encontramos”, dijo Coca. Asimismo,  se comenzó a bombear de manera parcial y temporal agua del embalse de San Rafael de Navallana, para “reducir el suministro de agua procedente del embalse del Guadalmellato”.

El presidente de la empresa municipal destacó que la gestión de esta empresa municipal ha conseguido en los últimos 20 años una reducción del 20% del consumo de agua. Se refirió así al hecho de que el porcentaje de fugas de agua no llega al 10% mientras la media de las redes de España se sitúa sobre el 25%. “Hay que tener en cuenta que existe un mínimo técnico del 6% de fugas de agua y nosotros nos encontramos bastante cerca”, apuntó.

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