Los arquitectos defienden el modelo de fachada ventilada, como la que presentaba el edificio incendiado de Valencia, al ser "ideal" para proteger de las temperaturas y la humedad, y advierten de que el problema sería utilizar derivados del petróleo como aislante exterior por su "muy alta" carga de fuego.
Eso sí, de confirmarse, el empleo de polímeros como poliuretano o el polietileno, no habría vulnerado la normativa existenteen 2008, cuando se terminó la promoción de viviendas de El Campanar, al haber quedado cubiertos de paneles de aluminio.
El arquitecto Juan José García Aranda, del estudio tresunouno (311 Studio), analiza el diseño de su fachada, que deja una cámara ventilada entre el revestimiento y el aislamiento para eliminar los puentes térmicos y los problemas de condensación.
"Es una solución constructiva ideal", subraya García Aranda, que pone el foco en el posible tipo de aislamiento utilizado; en este sentido, plásticos o derivados del petróleo serían recomendables sólo en recintos cerrados, en cámaras entre el muro interior y la fachada.
El problema "es cuando se llevan al exterior y sin protección, porque tienen una carga de fuego muy alta", dice este arquitecto, que, como solución, apuesta por las lanas minerales, como la de roca o la fibra de vidrio, por las que ya se decantó la vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia, Esther Puchades, en la víspera en una entrevista en la Cadena SER.
Como él, la propia Puchades insistía en que la fachada ventilada en sí no sólo no presenta ningún inconveniente, sino que es "bastante eficaz" en impermeabilización e insonorización.
Con todo, el edificio habría cumplido con una normativa "muy permisiva en un punto que no debería serlo", reitera el socio fundador de 311 Studio, que añade que "prácticamente todos los PAU nuevos, como Valdebebas (Madrid)", tienen viviendas con aislamiento exterior en poliuretano, de menor coste.
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