Huelva

Huelva recupera La Casona con su imagen original de principios del XX

  • La restauración del inmueble se hace por fases, está acabada la parte correspondiente a la planta baja y se continúa por la superior, que albergará un espacio cultural multifuncional

Alejandro Ruiz señala a La Casona ante María del Mar García.

Alejandro Ruiz señala a La Casona ante María del Mar García. / Alberto Domínguez (Huelva)

Huelva recupera otro edificio emblemático y lo hace gracias a la iniciativa privada. Se trata de La Casona, una construcción de principios del siglo XX, que vuelve a tener su imagen original tras un arduo trabajo de documentación y una posterior restauración muy respetuosa con los materiales de construcción primigenios y los elementos arquitectónicos y decorativos que caracterizan a esta edificación, incluida en el Catálogo de Edificios, Elementos y Espacios de Interés.

El inmueble fue adquirido por la promotora onubense Intur, y lo está rehabilitando por fases la constructora Gestia.

El edificio, ubicado en el número 9 de la avenida Alameda Sundheim, es un ejemplo de la arquitectura residencial burguesa de aquella época. Fue vivienda de la familia Muñoz de Vargas y en la zona trasera tenía una imprenta, en la que se imprimía el periódico La Provincia.

Se ha finalizado una parte de la primera fase de la rehabilitación centrada en el edificio principal, lo que era la vivienda, concretamente la correspondiente a la planta baja, que ha abierto sus puertas como cafetería-bar. La segunda parte consiste en la restauración de la planta superior, que albergará un espacio cultural multifuncional ligado a la restauración, y que, según el arquitecto Alejandro Ruiz, socio fundador de Intur, podría estar terminada a finales de febrero. La rehabilitación del espacio de la imprenta se hará en una segunda fase. Éste será un local de celebraciones.

El complejo arquitectónico, que ha tenido también a lo largo de su existencia otros usos hosteleros y de ocio, permanecía cerrado desde 2017. El 30 de marzo de 2020 se produjo un incendio, que causo grandes daños a la construcción al desplomarse la cubierta y afectar esto a la estructura de la edificación principal.

Se partía, por tanto, de un edificio que presentaba un gran deterioro. El arquitecto Luis Vacas fue el encargado de realizar el proyecto básico de rehabilitación y consolidación de La Casona.

Antes de acometerse la restauración de inmueble hubo que realizar una actuación de urgencia que consistió en la reconstrucción de la cubierta, con el mismo tipo de teja, y del artesonado de madera. “Había que actuar de manera urgente o el edificio se caía”, ha apuntado Ruiz, que ha señalado que la cubierta estaba totalmente quemada y derrumbada sobre el forjado de la primera planta del inmueble, “el estado era bastante deficiente porque tenía todos los dinteles rotos y tuvimos que actuar de emergencia no sólo en la cubierta sino también en el forjado inferior porque había provocado daños”.

El arquitecto ha subrayado que la estabilización del edificio” era lo que más nos preocupaba”. Una vez que se estabilizó y se rehabilitó la cubierta, la estructura se restauró y adecuó la planta baja para uso de cafetería y bar.

Ha explicado que “fuimos quitando capas al edificio, que imposibilitaban ver el ladrillo y todos los huecos que tenía”, y descubrieron el patio interior del inmueble, “que es una especie de nexo de unión entre la casa y la imprenta”, ya que a la construcción primigenia, la que era la vivienda de la familia Muñoz, se le fueron realizando ampliaciones para habilitar un espacio para la imprenta, que posteriormente albergó la discoteca Alameda.

Al quitar las capas aparecieron los colores reales, blanco y albero, de la fachada y las cornisas. Paralelamente, a la actuación de emergencia y a la vez que se iba realizando el proyecto, fue la conservadora María del Mar García la que trabajó en la obra de consolidación documentando el edificio, sacando los colores originales y viendo aquello que se conservaba en el edificio.

Ruiz ha destacado que se ha recuperado el ladrillo antiguo casi en su totalidad, todas las carpinterías y el suelo de mármol del porche, colocando en el interior mármol del mismo formato y zócalos los más parecidos a los originales.

El edificio de La Casona es de estilo modernista inglés, la influencia de la arquitectura inglesa se puede apreciar en la teja de la cubierta y los detalles en forma de “dientes de sierra” en torno a las ventanas de la fachada, así como en la cerrajería y carpinteria.

María del Mar García ha indicado que empezó a hacer catas, “los morteros estaban totalmente disgregados, sobre todo en las zonas bajas de los paramentos exteriores del edificio, hubo que limpiar esos paramentos y esas zonas disgregadas, eliminar elementos de naturaleza distinta a los materiales originales de la obra”.

En la zona de las molduras exteriores “hubo que hacer diferentes catas de limpieza de la pintura para hallar la original. La pared también tenía morteros muy disgregados, había muchas zonas con parches de cemento que hubo que eliminar y ponerle su mortero de cal y arena, que era el original”. Aparte, en las ménsulas del balcón “había zonas en las que no había definición de los rasgos de las figuras”.

Para Luis Vacas, “ha sido un orgullo y un honor llevar a cabo el proyecto de consolidación, rehabilitación y adecuación de La Casona, tanto por su componente técnico como por su significación histórica”. Ha incidido en que el proyecto es una realidad “a iniciativa del grupo empresarial Intur-Gestia, el cual acometió la correspondiente actuación sobre el inmueble para rescatarlo de su abandono y ruina”.

El proyecto “ha supuesto gran dedicación e inversión por parte de la empresa, pues el inmueble estaba realmente deteriorado, tanto por el transcurso del tiempo como por los daños ocasionados por el incendio”.

Ha recalcado que “todas las actuaciones ejecutadas y proyectadas se basan en la intención de la empresa de preservar rigurosamente la autenticidad originaria del edificio, de acuerdo con su valor histórico patrimonial y urbanístico”. Todo ello tiene como premisa “la utilización del diseño original y la ejecución con materiales genuinos y adecuados”.

Se pretende que el edificio “sea de nuevo un espacio cultural, de tertulia y socialización”. Ha recordado “las tertulias, charlas y encuentros culturales que promovía María Luisa Muñoz de Vargas, reconocida periodista y escritora que publicaba bajo el pseudónimo de Lucky. A las mismas acudían personalidades tan relevantes, como Juan Ramón Jiménez y Benito Pérez Galdós”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios