La obra que se está realizando en el puente José León de Carranza, en Cádiz, no finalizará cuando el vano 30 sea restablecido al 100% y el tráfico pueda volver a cruzar desde Puerto Real hasta la capital. Más allá de eso, la actuación contempla también una revisión a fondo de todos los vanos y pilares de esta construcción que se remonta al año 1969.

Los técnicos responsables de los trabajos han indicado que la situación de emergencia del vano 30 por el mal estado de conservación que presentaba es un problema exclusivo de ese tramo de puente, "que es el peor" por la baja altura que tiene y por el efecto que el oleaje y el impacto de las olas produce sobre la estructura. De hecho, señalan los técnicos que el otro extremo del puente, el de Puerto Real, "no está tan mal porque está abrigado por la Bahía".

Por tanto, no se contempla que en próximas fechas se tenga que repetir esta operación con alguno de los otros 29 vanos que completan esta carretera sobre la Bahía de Cádiz. Aún así, se va a realizar una inspección a fondo de todos los pilares y vanos, lo que va a permitir tener detalle actualizado del estado general del puente y particular de cada tramo; un diagnóstico que permitirá afinar la hoja de ruta a seguir en el futuro para la conservación del Carranza.

Esta revisión se realiza cada cinco años; pero como han precisado los técnicos, en esta ocasión se va a aprovechar la obra de emergencia sobre el vano 30 para repetirla y tener más detalle del estado de esta infraestructura. "Va a haber que actuar sobre más vanos, pero no tienen esta gravedad", han avanzado los técnicos respecto al trabajo que aún resta en el José León de Carranza, dando por hecho que no habrá obras de este calado "a corto y medio plazo".

"El puente se ha portado bastante bien. Cádiz es muy agresiva y el puente tiene ya 55 años", ha destacado el ingeniero responsable de las obras, que ha querido especificar que la buena salud que muestra el puente Carranza se debe también a que "se hace mucha labor preventiva" gracias al contrato permanente que tiene fijado el Ministerio de Transportes para la conservación de todos los puentes de su competencia, entre los que están en Cádiz el Carranza y el de la Constitución de 1812.

Mejores materiales para la conservación

Al hilo del puente y de su conservación, el equipo técnico de la obra ha destacado que las nuevas vigas recién colocadas "son de mejor material" que las anteriores. No porque en 1969 se dispusieran materiales de baja calidad, sino porque en estos más de 50 años el mundo de la construcción y de la ingeniería han avanzado bastante y han mejorado las calidades y prestaciones.

A este mejor material, que a priori ofrecerá una mayor durabilidad y una mejor resistencia a los efectos del mar, el viento y la salinidad, se le une un tratamiento anticorrosivo que se está aplicando y que es "similar al de los buques", lo que aumenta igualmente la resistencia del puente. Tratamiento que progresivamente se va a ir aplicando sobre toda la estructura.

Con todo ello, se considera que el puente José León de Carranza seguirá teniendo una larga durabilidad. De hecho, en las construcciones de este tipo se contempla una vida útil de 100 años, "que requieren una revisión constante, eso sí" y que puede verse alargada con operaciones como la de la sustitución íntegra del vano 30 que se está realizando en la actualidad.

"El puente está muy bien ejecutado para la época en que se hizo. Es una buena obra", resumen los técnicos que se encargan del cuidado y la salud del puente Carranza; sus médicos de cabecera.