Cultura

El IECG y la Mancomunidad presentan el número 60 de la revista 'Almoraima'

La presentación del número 60 de Almoraima.

La presentación del número 60 de Almoraima. / Andrés Carrasco

El Instituto de Estudios del Campo de Gibraltar (IECG) ha presentado este jueves 25 el número 60 de Almoraima, revista de estudios campogibraltereños, con una selección de artículos de diferente temática y diversas investigaciones.

El acto, que se ha celebrado en el salón de plenos de la Mancomunidad en Algeciras,  ha sido presentado por la presidenta de la entidad comarcal, Susana Pérez Custodio; el director del IECG, Eduardo Briones; y Ángel Sáez, director de la publicación. También han asistido el  vicepresidente comarcal de Cultura, Pablo García; y la vicepresidenta comarcal de Igualdad, María Teresa García León.

Ángel Sáez fue el encargado de presentar Almoraima 60, ejemplar que cuenta con 27 comunicaciones y que, nuevamente, se caracteriza por ofrecer una amplia selección de temas.

Dentro de la prolífica sección de historia destacan los artículos de Felipe V en Gibraltar en 1624, crónica de una visita; Algeciras en el tránsito de la dictadura de Primo de Rivera a la Segunda República; Masonería en Los Barrios durante el último tercio del siglo XIX; y la esclavitud en Jimena de la Frontera en la Edad Moderna.

La importancia geoestratégica de la comarca también quedó plasmada en variados estudios, como los realizados sobre la desaparición del último rey visigodo, Rodrigo, tras la batalla del Guadarranque o sobre el posible pacto entre Sancho IV y Mohammad II para la toma de Tarifa en 1292. Junto a ellos Sáez destacó los referidos al asalto turco a Gibraltar en 1540 relatado por Pedro Barrantes Maldonado o la visita que giró el rey Felipe IV a la gibraltareña plaza fortificada en 1624, culminando con el estudio sobre las negociaciones de Berlín llevadas a cabo por una delegación encabezada por el ministro Ramón Serrano Suñer en 1940.

La investigación medioambiental participa en la nueva edición de Almoraima mediante diversos estudios que incluyen la segunda parte dedicada al Parque Natural del Estrecho, para abordar, de forma paralela a la declaración de la reserva de la Biosfera del Mediterráneo, aspectos como la regulación de los recursos pesqueros y el aprovechamiento eólico. Un estudio sobre etnobotánica campogibraltareña y los proyectos pedagógicos Abraza un árbol, que acerca al alumnado a la flora de la comarca, completan esta sección junto al denominado estudio Wafle(sobre la huella hídrica).

La pedagogía y la historia de la Educación presentan su espacio propio en Almoraima gracias a estudios como el proyecto Puertas Violetas del Instituto de Educación Secundaria José Cadalso de San Roque; y la Educación Infantil en el Campo de Gibraltar. Un análisis mixto relatado por sus docentes.

Una mujer observa las revista. Una mujer observa las revista.

Una mujer observa las revista. / Andrés Carrasco

Susana Pérez Custodio abrió el acto mostrando su satisfacción por el fructífero y excelente trabajo de investigación y promoción cultural comarcal que viene realizando el IECG, “una labor cuyo resultado queda materializado  en los numerosos reconocimientos recibidos y en las revistas presentadas,  a las que hoy se une este nuevo ejemplar”. Pérez Custodio tuvo agradecidas palabras para todos los miembros del Instituto, ante quienes   reafirmó el compromiso de la Institución que preside con la cultura al ser eje vertebrador del desarrollo y bienestar en el territorio. La presidenta emplazó a los asistentes a la celebración de otra consolidada actividad del IECG como es el ya tradicional Mayo Flamenco campogibraltareño.

Eduardo Briones, agradeció el firme compromiso del actual gobierno comarcal con la Cultura y el IECG y centró su intervención en el artículo Las casas-cueva en Los Barrios publicado en el presente número y del que es autor junto a Carlos Gómez de Avellaneda. Briones destacó la paulatina disminución del patrimonio etnográfico en la comarca, como es el caso de las casas  cuevas en Los Barrios, “viviendas rupestres” que  día a día han ido mermando ante el fallecimiento de sus usuarios y el cambio de costumbres que la propia vida comunitaria lleva asociado a lo largo de los últimos ochenta años.

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