Opinión

El engorroso 'prime time', imposible de acertar, sólo lo hace 'El 1%'

Arturo Valls en el multitudinario plató de 'El 1%'

Arturo Valls en el multitudinario plató de 'El 1%'

Se ha puesto difícil, muy difícil, crear contenidos (con éxito) para el prime time: formatos estelares, aparatosos, de aspiración sorprendente, de alto presupuesto que se convierten en acontecimiento para el espectador. El horario tardío de estos espacios convierten en auténticos supervivientes a los propios seguidores que aguantan en el sofá. La tendencia es ser vencidos por la cama cada vez antes o tentados más bien a entrar con compulsión en el móvil, apurando el día, incluso cuando la búsqueda de un contenido idóneo en una plataforma se convierte en una misión de carácter desesperado.

El prime time juega contra sí mismo y cada vez es más frecuente fracasar en este horario. La 1, con un delirio de gasto inaudito, ha enviado a la tarde dominical su fiasco de Baila como puedas y prueba en el domingo su serie estelar Operación Barrio Inglés tras sólo una entrega los miércoles (que esa es otra, seguir una serie tan tarde llega a ser inaudito. Con anuncios, en las privadas, aún más). Y Telecinco asiste cómo Factor X pincha por la reiteración de tantos talents cada vez más parecidos entre sí. Los descubrimientos musicales cada vez sorprenden menos y la mecánica de los concursos también, por muy ruidosa que sea la esfera de Mental Masters.

Roberto Leal trolea con su máscara de Bob Esponja a Arturo Valls Roberto Leal trolea con su máscara de Bob Esponja a Arturo Valls

Roberto Leal trolea con su máscara de Bob Esponja a Arturo Valls

Y entre los estrenos en la noche se ha salvado El 1%, que casi hace honor a su nombre por la remota posibilidad que hay de calar a esas horas. El formato que ha incorporado Antena 3 se ve beneficiado por una cadena a la que el público atiende si hay novedad.

Como es un formato sencillo de seguir, con acertijos que apelan al ingenio general, sin ir nadie de cultureta, es un juego en el que se implica el espectador. El mérito lo tiene también Arturo Valls. Si al valenciano se le deja suelto en el plató le saca partido a la interacción con la gente. Le ayuda toda esa experiencia de tantos años en Ahora caigo.

En series y películas Arturo Valls está infumable, pero en el papel de presentador se revuelve y saca una sonrisa con facilidad. El 1% incita a las adormiladas y distraídas neuronas. Un gran logro en un prime time desanimado y tardío.

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