INVESTIGAR EN CÓRDOBA

Buscan en China las claves del último gran cambio climático

  • Los profesores José Torrent y Vidal Barrón, con el apoyo de la Academia de Ciencias de Pekín, investigan en Louchuan la evolución del clima en el Cuaternario.

 Hasta China, en concreto justo en la mitad de la provincia de Luochuan, se han ido dos profesores de la Universidad de Córdoba (UCO) con el objetivo principal de estudiar el cambio climático y entender cómo evolucionó el clima en los últimos 2,4 millones de años de la Tierra. Hace todo este tiempo se inició el último período geológico conocido: el Cuaternario, el mismo en el que se encuentra la Tierra en la actualidad y el tiempo en el que apareció el Homo Sapiens.

Los investigadores José Torrent y Vidal Barrón, que pertenecen al el equipo de investigación de Edafología -del Departamento de Agronomía- del Campus de Excelencia Internacional en Agroalimentación ceiA3 en la UCO, son los únicos en Andalucía que tratan de derivar información de los procesos de génesis de paleosuelos de China en su relación con los climas pasados de la Tierra. Así por ejemplo, de los cambios experimentados por rocas o del tamaño de las partículas de los diferentes tipos de óxidos de hierro, los científicos pueden deducir la temperatura media del planeta en un período determinado. Los principales resultados de estas investigaciones han sido publicados, recientemente, en revistas científicas de impacto como son Earth and Planetary Science Letters, Hysics of the Earth and Planetary Interiors y Global and Planetary Change. En sus artículos, este equipo de investigación ha facilitado nuevos datos para el estudio de la evolución climática, pero no sólo en la Tierra, sino en otros planetas del sistema solar como Marte.

En sus trabajos, estos dos científicos cordobeses cuentan con el apoyo del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias en Pekín. Según explica el profesor Barrón, las investigaciones son el fruto de una colaboración de más de diez años con el profesor Qingsong Liu, perteneciente al citado instituto chino. Esta colaboración, continua, “comenzó cuando el profesor Liu realizaba una estancia en Estados Unidos para caracterizar las propiedades magnéticas de los suelos desarrollados sobre los grandes depósitos de la meseta de loess de China”.

Desde entonces, “hemos publicado conjuntamente más de 25 artículos en revistas internacionales del campo de la Geofísica, Ciencias del Suelo, Ciencias Planetarias y Paleoclimatología”, apunta. Este tipo de investigaciones básicas, subraya, “contribuyen al conocimiento del pasado climático de la Tierra”. A juicio de Barrón, “actualmente es preciso delimitar qué parte del cambio climático tienen una componente natural, como ha sido el caso de los períodos geológicos previos a la aparición del ser humano, y cuál es la parte antropogénica”. El profesor indica también que “en esencia, hemos puesto a punto distintas metodologías para caracterizar los óxidos de hierro de los suelos desde puntos de vista químicos, espectroscópicos y magnéticos”.

“En nuestros estudios, el examen exhaustivo de los óxidos de hierro presentes en los suelos y depósitos de distintas épocas ha arrojado luz sobre la influencia del clima en la aparición y evolución de dichos minerales en esos ambientes”, detalla. Barrón señala también que “la precipitación y la temperatura, al determinar el tipo de óxido de hierro, influyen directamente sobre el color del suelo, así como en la intensificación de ciertas propiedades magnéticas”. Subraya que todo ello es de importancia a la hora de interpretar “la impronta de los cambios climáticos en los suelos e, inversamente, deducir las características de un clima a partir de las de sus suelos coetáneos”.

El profesor destaca también la “clara sinergia” que se ha producido entre ambos equipos, a pesar de que “militamos en campos distintos: agronomía y ciencias del suelo por nuestra parte y geofísica por parte de nuestros colegas chinos”. Reconoce que “nunca sabes dónde te puede llevar la ciencia, como diría el famoso astrónomo Carl Sagan”. Como ejemplo, expone su caso. “Empezamos y seguimos estudiando los suelos de las campiñas andaluzas y de la zona mediterránea de España con distintos objetivos y, por una serie de razones muy diversas, esto nos llevó a interesarnos e indagar sobre la relación entre las propiedades de los suelos y los cambios climáticos globales de nuestro planeta o los óxidos de Fe en los suelos de Marte”, detalla.

Subraya la importancia de sus investigaciones y publicaciones, ya que “han ayudado a explicar cuestiones muy diversas”, como “los fenómenos por los cuales el fósforo, un nutriente esencial y limitante para la plantas, es retenido por el suelo con los consiguientes problemas de fertilidad” o, incluso, “la formación de óxidos de hierro en nuestro planeta vecino, Marte” y la la evolución del clima en el pasado geológico.

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