Investigar en Cádiz

Prueban en la Antártida sistemas para vigilar volcanes

  • Expertos del Laboratorio de Geodesia estudian en la isla Decepción fórmulas para predecir las erupciones

Encarna Maldonado

Fuego e hielo. Eso es Decepción, una isla del archipiélago Shetland del Sur de la Antártida. Cuentan que se llamó así porque nunca se hallaron los tesoros imaginados.

En el siglo XIX era un simple punto en el mapa en el que recalaban los balleneros noruegos durante el verano austral. Ellos fueron los primeros que dieron cuenta de la alta actividad volcánica de la zona, porque Decepción, en realidad, es un volcán. Entre 1967 y 1970 las erupciones fueron tan importantes que destruyeron las bases científicas que habían instalado Chile y el Reino Unido. Incluso cambió la morfología de la isla. Con este panorama, los científicos pusieron pies en polvorosa.

Hace 20 años España comenzó a interesarse por la Antártida y los primeros investigadores del campo de la geodesia llegaron a Decepción, donde se instaló la base Gabriel de Castilla.  El Laboratorio de Astronomía, Geodesia y Cartografía del Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cádiz tiene allí desde entonces uno de sus espacios de trabajo más importantes. Manuel Berrocoso, responsable de este centro, recuerda que la primera campaña de trabajo en Decepción la realizaron justo cuando empezaba el desarrollo de los GPS. "Todavía no se conocían todas las aplicaciones de los sistemas de posicionamiento global " y estas tierras inhóspitas aparecían como el mejor lugar para explorar el uso en la geodinámica de los equipos de medición de alta precisión a través de satélite. Se pretendía  saber más y mejor sobre cómo se mueve la tierra a consecuencia de los terremotos y volcanes.

"Para nosotros la isla Decepción es un laboratorio natural. Nos permite experimentar en el volcán con seguridad, sin que haya elementos que molesten o distraigan". Los expertos de la Universidad de Cádiz desplegado una red geodésica que, a través de satélites GPS, ha permitido modelizar la deformación existente de la isla a causa de la actividad volcánica, apunta el responsable del grupo. Además, Decepción tiene un elemento más de interés científico: se ubica en la confluencia de tres placas tectónicas.

Durante estas dos décadas los científicos del   Laboratorio de Astronomía y Geodesia de la Universidad de Cádiz ha desarrollado modelos matemáticos que permiten pronosticar las zonas que presentan mayor probabilidad de erupción volcánica.  La experiencia y el conocimiento acumulado por este grupo hizo que formara parte del dispositivo científico que se desplazó a la isla de El Hierro antes de que comenzaran las erupciones en octubre de 2011. El equipo de Berrocoso se ocupó de diseñar una red geodésica y de estudiar las deformaciones de la superficie para aclarar qué estaba ocurriendo en el subsuelo submarino.

La última campaña antártica  del Laboratorio de Astronomía y Geodesia se desarrolla ahora. En diciembre partió en el Hespérides, el buque científico de la Armada, el investigador  Amós de Gil para ocuparse de instalar los equipos y comenzar la vigilancia del volcán y para el 10 de enero estaba programada la partida del informático Luis Miguel Peci que desarrolla en su tesis doctoral un sistema multiparamétrico para vigilar los volcanes y predecir su actividad, teniendo en cuenta cuestiones como la deformación de la tierra o las anomalías térmicas previas. Durante el proyecto se ha conseguido un equipamiento (software y hardware) propio que recoge la información en tiempo real y la reenvía a través de una red wifi.

Junto a Luis Miguel Peci viaja también a la Antártida Ignacio Barbero, en la que será su primera campaña sobre el terreno para avanzar en la teledetección de las erupciones volcánicas. Los recortes en investigación han provocado que esta campaña  se desarrolle en dos meses y no tres como otros años. Además, Berrocoso admite que han querido aprovechar esta temporada para concluir el trabajo de campo de Luis Miguel Peci, por si acaso los problemas de financiación van a más.

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