INVESTIGAR EN GRANADA

La luz de la tranquilidad

  • Un proyecto de investigadores de la UGR demuestra que la luz azul frente a la luz blanca acelera el proceso de relajación después de un proceso de estrés

Grupo del trabajo llevado a cabo por la Universidad de Granada.

Grupo del trabajo llevado a cabo por la Universidad de Granada.

Investigadores de la Universidad de Granada han demostrado, mediante una evaluación objetiva con medidas electrofisiológicas, que la luz azul frente a la luz blanca convencional acelera el proceso de relajación después de un proceso de estrés psicosocial agudo.

Todo surgió tras una conversación con la psicología del Colegio de Educación Especial San Rafael de Granada, María José Sánchez Carrión, en la que según señala Jesús Minguillón “nos indicó las novedosas técnicas que aplicaba cuando un niño tenía una conducta disruptiva durante una clase. En el centro habían diseñado una sala de estimulación sensorial en la que metían a ese niño junto a su cuidador, a modo de tiempo fuera, y lo estimulaban proyectándole luces ambiente de colores, sonidos, aromas…”. La profesional observó cómo había logrado reducir esos tiempos de crisis emocional hasta la vuelta a la calma del niño de manera sustancial.

Es por ello por lo que el grupo de trabajo BCI Lab (Brain-Computer Interface Lab) de la Universidad de Granada se puso manos a la obra. Ubicado en el Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CITIC) de la UGR, el BCI Lab está formado por un grupo multidisciplinar de investigadores y profesores de los departamentos de Arquitectura y Tecnología de Computadores y de Teoría de la Señal, Telemática y Comunicaciones, ambos integrados en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Informática y de Telecomunicación (ETSIIT). Estos profesionales colaboran con distintos centros educativos, entre ellos el Colegio de Educación Especial San Rafael de Granada.

La investigación

Jesús Minguillón, uno de los responsables del proyecto, apunta que “nosotros trabajamos en asuntos relacionados con la grabación y el análisis de bioseñales. Y fruto de esta actividad llevada a cabo por María José Sánchez Carrión “surgió la idea de intentar hacer una evaluación objetiva basada en una serie de medidas electrofisiológicas para tratar de determinar qué está sucediendo”, resalta el investigador. Como primera aproximación, “se nos ocurrió estudiar el efecto de la luz de color azul frente a un grupo de control que sería la luz blanca. Las pruebas se llevaron a cabo con una población estándar de entre 18 y 31 años, la mayoría estudiantes universitarios, siguiendo el método MIST, muy utilizado en muchos estudios sobre estrés”, destaca.

Jesús Minguillón con un voluntario. Jesús Minguillón con un voluntario.

Jesús Minguillón con un voluntario.

De forma que los voluntarios eran introducidos en una sala multisensorial totalmente blanca donde se tumbaban y se les pedía que se relajaran y no prestasen atención a ningún sitio en concreto. Se hicieron dos grupos, uno primero al que se le estimuló durante diez minutos al inicio con luz blanca y posteriormente con luz azul y un segundo grupo al que se le cambió las luces, primero azul y luego blanca.

“Nos dimos cuenta que en los primeros minutos en la sala, con luz azul se conseguía llegar al punto de mínimo estrés de los sujetos antes que con luz blanca, tras una situación de estrés psicosocial agudo”, manifiesta Jesús Minguillón.

Tras el éxito de este primer estudio preliminar, el BCI Lab busca en la actualidad nuevos participantes para un segundo estudio en el que se investigará la influencia de otros colores en las respuestas emocionales y fisiológicas de las personas. Los interesados en participar en este trabajo pueden ponerse en contacto con el grupo a través de la dirección de correo bcilab@ugr.es.

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