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Biogás, cerrando el círculo del residuo doméstico

Boigas, cerrando el círculo del residuo doméstico

Boigas, cerrando el círculo del residuo doméstico

En nuestros hogares generamos distintas tipologías de residuos. Las entidades locales ponen a nuestra disposición diferentes tipos de contenedores para que los depositamos separadamente. Es por todos bien conocidos cuales son: residuos de papel y cartón, residuos de envases (excepto de vidrio y de papel o cartón), residuos de envases de vidrio, residuos orgánicos y los residuos que llamamos fracción resto.

Para todas estas fracciones existen procesos de tratamiento, que permiten extraer materiales que se puedan reciclar y convertir en nuevos productos.

Sin embargo, no todos los residuos que se tratan se pueden recuperar al 100%, generándose siempre un rechazo que inevitablemente deben ir a vertedero.

En el caso de los residuos que generamos en nuestros hogares, casi el 50% son de naturaleza orgánica, por los que es lógico pensar que los rechazos que se obtienen tras su tratamiento por las plantas recicladoras tengan restos de naturaleza orgánica.

Cuando estos rechazos, no útiles ya para ser reciclados, se envían a vertedero, un nuevo proceso de reciclado, de manera natural, se pone en marcha. Al ser depositados, por la forma de explotación de los vertederos, los microorganismos descomponen esos restos de material biodegradable, dándose un proceso de digestión anaerobia, en la que esa materia orgánica presente en los residuos se convierte en biogás.

Este biogás es una mezcla de gases, donde predomina el metano (CH4) con un porcentaje que oscila entre un 40 y un 70%. El metano tiene un poder calorífico de algo más de la mitad del gas natural. Sus principales usos son el de sustituir gases extraídos de la naturaleza u obtenidos del refino del petróleo, para sus mismas funciones, generación de energía, ya sea en forma de electricidad, de calor, como combustión para mover motores, etc.

La principal ventaja, además de la obvia que es aprovechar al máximo los residuos, es la de minimizar la explotación de recursos naturales.

Para extraer este biogás del vertedero se construyen pozos en el vaso de vertido, que conforman el campo de gas, conectados por una red de tuberías hasta un punto de recepción, a partir del cual se produce la valorización del mismo.

Este biogás puede tener distintos usos. En VERINSUR disponemos de tecnologías que nos permiten utilizar el biogás extraído para la producción de electricidad y de calor. La energía eléctrica generada se inyecta en la red. Con ella, este año se generará suficiente energía como para proveer a más 2.800 hogares durante todo un año, y para el próximo, gracias a las mejoras llevadas a cabo recientemente, se incrementaría en más del 100%. El calor obtenido, lo aprovechamos para el tratamiento de residuos industriales, minimizando notablemente la cantidad de residuos a gestionar en otras unidades de tratamiento.

Esta es una realidad que evidencia que una correcta gestión del vertedero brinda una nueva oportunidad para dar valor a los residuos destinados a eliminación, revelándose como una nueva fuente de energía que cierra el ciclo de la economía circular.