"He recibido una llamada de Juan Cassá [número uno de la candidatura de Ciudadanos al Ayuntamiento de Málaga]. Piensa que debo ser el alcalde y más o menos ha dicho que apoyará las iniciativas positivas para los malagueños; una frase que entiendo en el sentido de apoyar la gobernabilidad. Interpreto la llamada como una disposición a la colaboración. No hemos quedado en más; veremos a ver cómo se traduce esa llamada". Así encajaba anoche el cabeza de cartel del PP a la Alcaldía malagueña, Francisco de la Torre la pérdida de la mayoría absoluta del Partido Popular en el Ayuntamiento de la capital, el retroceso de 19 a 13 concejales y la necesidad de pactos para gobernar la ciudad.

De la Torre reconocía que "hay un escenario nuevo a nivel nacional" y decía que "es difícil abstraer una ciudad concreta". Por ello, avanzaba que dialogará con todas las fuerzas políticas, aunque hacía un guiño a la formación liderada por Cassá al apuntar que ese diálogo "será más frecuente con Ciudadanos". Cassá, sin embargo, anoche mismo dejó claro que no pactará. En cambio, el número uno de la lista popular, empezó su comparecencia ante la prensa comentando la llamada telefónica de Cassá, y destacando "la posibilidad de acuerdo" y "que la ciudad sea gobernable", en alusión al posible apoyo de Ciudadanos (C´s).

Estas afirmaciones fueron interrumpidas por aplausos y gritos de "alcalde, alcalde" de los militantes que se agolparon en la sede desde poco después de las 21:00.

El PP se queda con 13 ediles, el PSOE con 9, Málaga Ahora con 4, Ciudadanos con 3 e IU con 2. De la Torre no hizo ni la más mínima autocrítica pese a perder seis concejales con respecto a las elecciones municipales de 2011 y la mayoría absoluta que el PP tenía desde 1999 en el Ayuntamiento malagueño. El alcalde compareció poco antes de las 23:00 acompañado del presidente provincial del PP, Elías Bendodo. De la Torre destacó que su fuerza política se ha impuesto por diez puntos de diferencia y 23.000 votos más al PSOE, la segunda formación más votada en la ciudad; un resultado que llegó a calificar de "satisfactorio" pese al varapalo sufrido con respecto a 2011.

El regidor dijo que su partido siempre ha hecho un gobierno de diálogo desde la mayoría absoluta. "Ahora lo haremos de claro diálogo constructivo". Y añadió: "Es una situación nueva y hay que estar más abierto que nunca al diálogo". Arropado por militantes que se congregaron en la sede para seguir el escrutinio, el candidato popular insistió en que es un "escenario nuevo a nivel nacional".

"Somos la fuerza más votada en Málaga y trataremos de dar respuesta a la confianza que los malagueños nos han dado. No tenemos mayoría absoluta, es obvio. Pero sabemos gobernar desde la no mayoría absoluta, lo hemos hecho en otra ocasión; lo haremos también ahora", apuntó. El Partido Popular ya gobernó la ciudad en 1995 sin mayoría absoluta.

Ante este resultado electoral, el líder de los populares malagueños prometió estar "más abierto que nunca" a la búsqueda del consenso y al diálogo con todas las fuerzas políticas, aunque matizó: "Quizás más con las que tengan una posición ideológica más cercana". Luego adelantó que centrará sus líneas de trabajo en generar empleo y atraer inversiones para la ciudad.