Un investigador toma muestras de pelo en la mancha de un ciervo. / LOURDES CHAPARRO

Es uno de los sonidos claves de Sierra Morena al principio de otoño. Es la berrea del ciervo que, además, se ha convertido en un claro reclamo turístico para los amantes de la naturaleza. Pero la época de celo del venado también ofrece trabajo para los científicos. La Universidad de Córdoba (UCO) tiene, hasta el momento, el único equipo que trabaja en el mundo en una curiosa investigación centrada en las señales químicas de la barriga de los ciervos durante la berrea.

Se trata de una investigación básica sin, por el momento, una aplicación inmediata, pero que puede abrir grandes oportunidades científicas. La Cátedra de Recursos Cinegéticos y Piscícolas de la UCO lleva a cabo esta investigación, con su director Juan Carranza a la cabeza y media docena de expertos más. Según explica, llegada esta época de celo el ciervo tiñe parte del cuerpo de negro porque “se orinan hacia arriba, en dirección hacia su propia barriga”. Esa mancha, que nace desde la salida del pene y llega hasta el pecho, hace las veces de identidad o marca sexual, que ofrece a los científicos datos genéticos, y tiene distintos compuestos en los que influyen diferentes variables, que van desde la edad del propio ciervo hasta el lugar en el que se encuentra, entre otros factores.

Hasta la fecha, ningún científico ni ningún estudio de investigación había determinado que esta mancha pudiera ser una señal sexual de estos animales. Por eso es de gran importancia el desarrollo de este trabajo por parte de los científicos de la UCO porque, según a la vista de estas marcas las hembras “pueden tener información de si les interesa aparearse o no con el macho”, anota el profesor.

Por el momento, el grupo de trabajo de la Universidad de Córdoba he llevado a cabo un estudio en la zona del Coto de Doñana, donde la berrea es más temprana. El objetivo, anota Carranza, ha sido “observar según el tamaño de la sombra de la barriga cómo se comportan los ciervos y cuantas hembras consigue”.

El estudio no se detiene aquí, ya que una vez que den comienzo la época de las monterías, los investigadores de la UCO van a seguir con su trabajo, en este caso, con su acceso a los animales cazados. En este punto, el director de la Cátedra de Recursos Cinegéticos y Piscícolas avanza que podrán hacer mediciones de los animales y analizar diferentes aspectos. No en vano, el proyecto incluye cuestiones genéticas, temas sanitarios, comprobar si los ciervos tienen parásitos o no o tienen alguna enfermedad a costa de la señalan.

La Cátedra de Recursos Cinegéticos y Piscícolas nació en 2009 gracias a un convenio de colaboración entre la UCO y la Junta de Andalucía. Su objetivo es aunar en una única institución las iniciativas de investigación en materia cinegética y piscícola al objeto de establecer una estrategia de investigación aplicada, así como servir de centro referencial de divulgación, asesoramiento técnico, formación y difusión del conocimiento en materia de gestión de la caza y la pesca de aguas continentales compatible con la conservación de la biodiversidad en el ámbito de la Andalucía.