Investigar en Sevilla

A la caza de los 'fakes' en Twitter

  • Una profesora de la Hispalense analiza la usurpación de la identidad de personajes famosos en la red social y los ataques a la imagen por parte de los internautas

A la caza de los 'fakes' en Twitter

A la caza de los 'fakes' en Twitter / Rossell

El aterrizaje del periodista Iñaki Gabilondo en Twitter atrajo a miles de seguidores en cuestión de horas. Los mensajes de bienvenidas enviados por otros conocidos periodistas como Jordi Évole o Ana Pastor a través de sus perfiles en esta misma red social alimentaron la supuesta cuenta de Gabilondo, que tuvo que aclarar días después de que se trataba de un fake o perfil falso, una usurpación de identidad. Esperanza Aguirre o Leo Messi también han sufrido esta usurpación de identidad en Twitter. Incluso Dios tiene un perfil falso en Twitter (@Sr_Dios) con 244.000 seguidores.

La profesora Ana Mancera Rueda, del departamento de Lengua Española, Lingüística y Teoría de la Literatura de la Universidad de Sevilla, ha desarrollado una investigación sobre los perfiles falsos o fakes de personajes públicos en la red social Twitter y el uso del lenguaje que se hace en ellos. El estudio plantea si la usurpación de la identidad de un personaje público es una práctica habitual en Twitter, en qué casos se permite, qué efectos puede tener la parodia sobre la imagen y el rol social de una persona conocida o en qué medida los mensajes publicados por los suplantadores en esta red social pueden calificarse como manifestaciones de descortesía o incluso de violencia verbal.

Profesora Ana Mancera Profesora Ana Mancera

Profesora Ana Mancera

Basándose en los planteamientos del análisis del discurso y de la pragmática sociocultural, la profesora Mancera ha llevado a cabo un estudio lingüístico de 5.030 mensajes publicados en más de medio centenar de perfiles de Twitter, todos ellos de carácter paródico y en los que se usurpa la identidad de un personaje de cierta relevancia social.

En todos los ámbitos hay fakes, en la mayoría de los casos de carácter irónico. José Mourinho (@Llourinho), Leo Messi (@LeloMessi), el personaje de ficción Mauricio Colmenero (@Colmenero), Kim Jong-un (@norcoreano), Esperanza Aguirre (@EspeozaAguirre) o la reina Letizia (@LetiThePrincess) son algunos ejemplos.

Como ya puso de manifiesto Henri Bergson, la parodia pretende destacar la parte de automatismo que el personaje al que se imita ha dejado introducir en su persona, sus hábitos o su idiolecto, es decir, su manera de expresarse. Por ello, "las presentaciones del personaje parodiado en la biografía de todas las cuentas analizadas suelen llevar al extremo tales características, como primer paso para reelaborar la nueva identidad del sujeto parodiado", comenta la profesora Ana Mancera. "Desde el perfil Naniano Rajoy, por ejemplo, se recurre constantemente al dígrafo sh para ridiculizar la forma de hablar del presidente del gobierno", explica.

Esta investigación ha permitido identificar tres "macroestrategias" utilizadas por los autores de estas cuentas: el desarrollo de actividades de pretendida autoimagen por parte del sujeto parodiado; los ataques a la imagen de los internautas; y la ejecución de actos de amenaza a la imagen de terceros, según detalla la profesora de la Hispalense.

Con estas estrategias se persigue dañar tanto la imagen social del personaje público como su imagen privada, "quizás más vulnerable, por encontrarse más próxima al ego", por ejemplo, "mediante ataques hacia su orientación sexual y destacando sus defectos físicos, o poniendo en duda su facultades mentales, lo que contribuye a deteriorar su imagen de autonomía", comenta Mancera.

Mediante un juego de carácter polifónico, se simula que es el propio sujeto cuya identidad se ha suplantado quien toma la palabra para manifestar puntos de vista que transgreden los límites de lo políticamente correcto o para mostrar una actitud despreciativa hacia los propios seguidores de la cuenta paródica, con lo que se amenaza también su imagen de afiliación.

Además, como demuestra la profesora Mancera, en la mayoría de estos tuits se utilizan recursos lingüísticos de distinto tipo, que les confieren un carácter ofensivo, e incluso se recurre a la violencia verbal. Sin embargo, la Política de Suplantación de la Identidad de Twitter permite la publicación de estos mensajes, con la única condición de que se especifique que ésta se lleva a cabo desde un perfil paródico, según aclara Mancera.

La profesora Mancera recuerda la afirmación del periodista italiano Roberto Saviano, que aseguró en un artículo de opinión que insultar en las redes sociales no es libertad de expresión, sino una manera de difamar a la que recurren personas que se nutren de la fama de los demás. Algo que, a juicio de la investigadora, "por desgracia, se ha convertido en una estrategia cada día más recurrente". "Con ella no sólo se persigue ridiculizar y deteriorar la imagen de un personaje público amparándose en el anonimato, sino también tratar de incrementar el número de seguidores en Twitter por medio de la ironía y del humor verbal, con textos que, a pesar de su carácter ofensivo, son marcados como favoritos y retuiteados, es decir, reenviados por miles de usuarios, lo que convierte a estos mensajes difamatorios en contenidos virales que alcanzan una considerable difusión" concluye.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios