El envejecimiento progresivo de la población y el consecuente aumento de la esperanza de vida y las enfermedades crónicas, configuran un nuevo entorno sociosanitario marcado por la discapacidad, la fragilidad, la dependencia y sus efectos en la salud.
Actualmente en España hay cerca de 3 millones de personas que tienen reconocida su situación de discapacidad. Entre ellos, 1,2 millones son mayores de 65 años y 513.000 mayores de 80, con su consiguiente situación de fragilidad.
Un escenario que obliga a replantear alternativas que permitan garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud a largo plazo. En este contexto, la farmacia debe adaptarse y formar parte activa dentro de la nueva realidad sociosanitaria.
El papel de la farmacia comunitaria cobra especial relevancia por varios factores: está presente en la organización básica del ciclo de salud al formar parte del triángulo que discurre por dicho ciclo. En el vértice principal superior se situarían los ciudadanos -pacientes, beneficiarios, cuidadores, familiares, etc...- que se apoyarían en otros dos vértices inferiores: los centros de salud o sociales y las oficinas de farmacia.
El seguimiento fármacoterapéutico personalizado o la mejora de los niveles de adherencia terapéutica son algunos ejemplos de servicios asistenciales orientados a proporcionar una atención farmacéutica integral y continuada a todos los ciudadanos, y en los que la farmacia puede adquirir un papel destacado, tal y como han demostrado los proyectos pilotos y estudios desarrollados hasta la fecha.
Un reciente estudio realizado por el Consejo General de Colegios Oficiales Farmacéuticos avala esta tesis: el servicio de seguimiento fármacoterapéutico en pacientes mayores de 64 años, y que utilizaban cinco o más medicamentos de forma continuada, redujo en un 54,1% los problemas de salud no controlados, disminuyó en un 53,1% el número de pacientes que acudieron a urgencias, y en un 59,8% el número de hospitalizaciones.
Y es que la proximidad de las farmacias comunitarias, que actualmente cubren prácticamente todo el territorio nacional - incluidas las zonas rurales y más despobladas-, y la capacitación y cualificación del profesional farmacéutico sitúan a las oficinas de farmacia en una posición privilegiada como interlocutor de referencia entre los profesionales de la salud y los pacientes, sus cuidadores y sus familias.
Rol Sociosanitario
Conscientes de ello, el Grupo Cofares está llevando a cabo un proyecto de Farmacia Sociosanitaria con el objetivo potenciar el desarrollo de la faceta asistencial de las farmacias a través de la prestación de nuevos servicios que den respuesta a las nuevas demandas.
Entre estos servicios se incluye ofrecer herramientas que faciliten la accesibilidad a una atención farmacéutica adecuada a todas aquellas personas que acuden a su oficina de farmacia, así como a pacientes que se encuentran situación de dependencia, discapacidad o fragilidad en centros residenciales o en sus domicilios.
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