En cuestiones de pérdida de peso, parece que todo está escrito y estudiado. Los gurús y tratamientos milagrosos proliferan en forma de sustancias, productos, materiales, métodos y, sobre todo, ''dietas'' que prometen efectos sorprendentes sobre la salud. Sin embargo, en esta materia, los milagros están lejos de atajos. En el mejor de los casos son un engaño, en el peor, pueden pasar factura (elevada) a tu salud. Todos tienen algo en común: ni son eficaces, ni son seguros. Eso sí, lo único que puede obrar uno de ellos es, sin duda, la investigación. En este sentido los laboratorios Lilly están investigando con un fármaco que puede suponer un gran avance para el tratamiento de la obesidad y las consecuencias derivadas de esta.
Se trata de un fármaco para tratar la diabetes tipo 2 que ha resultado ser un posible tratamiento para la obesidad. La tirzepatida abre un nuevo capítulo en una historia que ya se estaba escribiendo: el cambio de enfoque en el control de la obesidad. Hasta hace unos años, los tratamientos farmacológicos para adelgazar se basaban en fármacos denominados anoréxicos con efectos sobre el cerebro y el sistema nervioso central.
Este nuevo fármaco parece haber logrado un mejor resultado que otros remedios disponibles para este propósito. Según el fabricante Eli Lilly, el compuesto ha reducido por más del 20% el peso de los participantes durante el estudio. El tiempo de observación ha sido de unas 72 semanas, poco más de un año.
Su estudio en fase III ha concluido que las personas que la tomaron llegaron a perder hasta 24 kilogramos en estas 72 semanas. Además, se observó que, cuanto más alta era la dosis, los participantes perdían una mayor cantidad de peso.
"La obesidad es una enfermedad crónica que no siempre recibe la misma atención que otras patologías a pesar de su impacto en la salud física, psicológica y metabólica, que puede derivar en un mayor riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas, cáncer y disminución de la supervivencia", advierte Louis Aronne profesor de Investigación Metabólica e investigador de este estudio.
Mayor dosis, más pérdida de peso
La fase del estudio consistió en una observación durante 72 semanas del efecto que tenían tres dosis diferentes —alta, media y baja— de Tirzepatina comparadas con un placebo. Los que recibieron la dosis baja, de 5 miligramos, redujeron un 16% su peso —unos 16 kilogramos— y los de la dosis media, de 10 miligramos, redujeron su peso en un 21,4% —que se tradujo en unos 22 kilogramos—. El grupo que tomó placebo sólo perdió un 2,4% de su peso, lo que apunta a que el Tirzepatina es eficaz.
Los adultos con obesidad o sobrepeso que tomaron la dosis alta de Tirzepatina —que se compone de 15 miligramos— obtuvieron una reducción de peso de hasta el 22,5%. En concreto, el 63% de estos pacientes consiguieron, al menos, reducir su peso corporal en un 20%. El estudio contó con 2.539 participantes con una media de peso corporal de 105 kilogramos, todos ellos tenían sobrepeso u obesidad con alguna comorbilidad, pero no padecían diabetes.
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