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Estos son algunas ejercicios que pueden ayudarte a relajar la mandíbula si sufres bruxismo

Las mandíbulas sufren con el bruxismo.

Las mandíbulas sufren con el bruxismo. / PIXABAY

El bruxismo es una afección que se produce cuando una persona rechina o aprieta los dientes, estando dormido o despierto y muchas veces sin ser consciente de ello. Esto puede tener una serie de consecuencias, como dolores en la mandíbula, en los dientes (que también pueden sufrir daños) o en la cabeza.

Esto hace que muchas personas, especialmente aquellas que sufren de bruxismo durante el sueño, usen férulas de descarga por recomendación de su dentista. Los pacientes también pueden beneficiarse de acudir a un especialista en fisioterapia para descargar los músculos que sufren sobrecarga y tensión por culpa del bruxismo. Allí le realizarán un masaje que ayudará a relajar la articulación (o en zonas que también se hayan visto afectadas) y rebajará la tensión. Aunque además de eso existen una serie de ejercicios que pueden hacerse en casa y sirven para ayudar a que la persona que sufre de bruxismo se encuentre mejor.

Ejercicios para relajar la mandíbula

Desde centros especializados como la Clínica Dental Constantino Colmenero recomiendan, además de acudir a un fisioterapeuta, masajear la zona nada más despertarse. Algunos de los masajes que sugieren y que se pueden realizar sin ayuda de un profesional son los siguientes:

  • Masajear la zona de la articulación temporomandibular usando movimientos circulares con dos dedos.
  • Masajear las sienes y la zona temporal (la que se encuentra por encima del pómulo).

Recomiendan también estirar los músculos de la zona cervical, pero también realizar otros ejercicios, como abrir ligeramente "colocar los dedos índices sobre los molares inferiores” o "contraer la musculatura elevadora de la mandíbula" mientras se hace resistencia con los dedos en dirección hacia los pies durante 4 o 5 segundos. 

Causas del bruxismo

El bruxismo puede tener diferentes causas, desde el estado de ánimo, hasta la genética o ciertas bebidas. Por ejemplo, desde el estadounidense Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial recogen algunas de los siguientes factores como posibles causas del desarrollo de esta afección:

  • Factores psicosociales como estar estresado, angustiado o nervioso.
  • Los genes de la persona.
  • Consumir bebidas alcohólicas o que contengan cafeína.
  • Ser fumador.

Tener que tomar ciertos medicamentos, entre ellos algunos que se recetan para tratar la depresión, las convulsiones o el TDAH. 

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