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¿Por qué a unas personas les gusta leer y a otras no tanto?

¿Por qué a unas personas les gusta leer y a otras no?

¿Por qué a unas personas les gusta leer y a otras no?

Leer es un hábito con muchos beneficios porque amplia el vocabulario, ayuda a mejorar el sueño y contribuye al funcionamiento cognitivo, respectivamente. Aun así, hay grupos de personas a las que les encanta leer y disfrutan de estos beneficios. Pero hay otros que no tanto y buscan otras maneras de nutrirse.

¿Por qué hay esta división de opiniones tan diferentes? Hay quien incluso siente culpa por no gustarle leer, pero a veces es por un mal concepto sobre este generoso hábito para el cerebro. Muchas personas fueron criadas en el mundo de la lectura como una imposición o castigo. 

Esa obligación muchas veces iba acompañada de la sugerencia de leer ciertos géneros más antiguos, clásicos o simplemente no eran de tu agrado. También hay libros que aun siendo más actuales, cuentan con traducciones no bien interpretadas, estropeando una buena obra o simplemente no enganchaban desde el principio y te obligaste a terminarlo por el simple hecho de querer leer. 

Razones que influyen en el gusto por la lectura

Hay varias razones por las cuales algunas personas disfrutan de la lectura mientras que otras no. Algunos de los factores que pueden influir en esto son:

  1. Experiencias previas: Las experiencias de lectura temprana y el entorno familiar pueden influir en el gusto por la lectura. Quienes crecen en un hogar donde se valora y fomenta la lectura tienden a desarrollar hábitos de lectura más fuertes.

  2. Intereses personales: Las personas tienen diferentes intereses y pasiones. Algunos pueden encontrar libros que coincidan con sus intereses y pasiones, lo que los hace disfrutar más de la lectura. Por otro lado, aquellos cuyos intereses no se alinean con los temas de los libros disponibles pueden encontrar menos placer en la lectura.

  3. Estilos de aprendizaje: Las personas tienen diferentes estilos de aprendizaje. Mientras que algunos aprenden mejor a través de la lectura, otros pueden preferir métodos de aprendizaje más prácticos o visuales.

  4. Acceso a libros: El acceso a libros también puede influir en si una persona disfruta de la lectura o no. Aquellos que tienen acceso limitado a libros pueden tener menos oportunidades de desarrollar el hábito de la lectura y, por lo tanto, pueden no disfrutarla tanto.

  5. Habilidades de lectura: Las habilidades de lectura pueden variar entre las personas. Aquellos que tienen dificultades para leer pueden encontrar la actividad menos placentera o más desafiante.

  6. Tiempo y hábitos: El tiempo disponible y los hábitos de vida también pueden influir en la cantidad de tiempo que una persona dedica a la lectura. Aquellos con agendas ocupadas pueden tener menos tiempo para dedicar a la lectura y, por lo tanto, pueden no disfrutarla tanto como aquellos con más tiempo libre.

No me gusta leer y está bien

La manera en la que cada uno quiere recibir los conocimientos es personal. Hay quien se lleva mejor con los formatos audiovisuales y les entusiasman más los vídeos o los audiolibros, en lugar de la lectura escrita. Al igual que otros prefieren el papel y otros los formatos de lectura en pantalla. 

Lo importante es que leer sea una actividad placentera, si no, de nada sirven los beneficios. Se trata de que tenga que hacerte sentir bien. Por otra parte, ¿sabías que decirle a alguien que debería leer puede hacer que lo "odie" todavía más?

Esto sucede mucho con los niños cuando, en realidad, el problema no está en la lectura sino en la manera en la que se inculca el hábito por leer porque, para muchas personas, está considerada como una actividad aburrida. Lo importante es dar con la historia que te atrape y con el estilo que te haga disfrutar tanto, que cuando acabes el libro sientas que una parte de esa historia se ha quedado contigo y que ese libro se ha llevado una parte de ti.

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