Es común que tras el verano se vuelva a la rutina con un peso algo mayor que el que se tenía antes de comenzar las vacaciones, y es que durante los meses de julio y agosto se encuentran varios factores que hacen que los españoles engorden, como el aumento de la vida social, que viene acompañado de comer y cenar más veces fuera de casa. La relajación propia de la época también provoca que se practique menos ejercicio, por lo que todos los aspectos se traducen en que en septiembre la báscula marque entre 1 y 5 números más.

Por lo que septiembre es un mes en el que especialmente las dietas de adelgazamiento hacen acto de presencia. Los alimentos que contienen grasas saturadas y altas cantidades de azúcar se dejan a un lado, mientras se aumenta la ingesta de otros beneficiosos, como la fruta y la verdura. Muchas personas también realizan 'trucos' para que nuestro cuerpo pierda más fácilmente esos kilos de más. En este sentido, conviene hablar del que indica la bioquímica y autora del libro 'La Revolución de la Glucosa: El Método', Jessie Inchauspé.

La experta señala en la revista Clara que "es más importante evitar los picos de glucosa que contar calorías", pues si los niveles de glucosa de nuestro cuerpo no se controlan, sentiremos cansancio y no notaremos avances en nuestra misión de perder peso, indica Jessie Inchauspé. Cuando tomamos algo azucarado o alto en hidratos de carbono se produce un pico, lo que aumenta los niveles de insulina, que se encarga de regular el azúcar en nuestra sangre. Como indican en la citada revista, estos harán que la tarea de perder grasa y, por lo tanto, de adelgazar, se dificulte.

El truco de la bioquímica para reducir estos picos de glucosa es tomar al día, y en ayunas, una cucharada de vinagre. Este contiene ácido acético, que promueve la pérdida de peso, pues cuando se lo proporcionamos al cuerpo "se reduce la velocidad a la que las enzimas digestivas transforman los azúcares y los almidones en glucosa", indica la experta. Esto se traduce en que el pico mencionado anteriormente sea inferior.

Se puede tomar antes de una comida dulce o en ayunas

Esta dosis de vinagre es recomendable tomarla unos 10 minutos antes de comer un alimento dulce o almidonado, como la pasta, las patatas o el arroz. Aunque también podría ser aconsejable ingerir la cucharada en ayunas, antes de desayunar.

Se recomienda, además, que el vinagre sea de manzana o vino blanco, dejando a un lado los balsámicos, que cuentan con una alta cantidad de azúcar. También podría añadirse esa cucharada a un vaso de agua y tomarlo como una bebida refrescante o incorporarla a, por ejemplo, una ensalada, para que así forme parte de un plato saludable.