Nutrición y Bienestar

La dieta mediterránea, algo más que una forma de alimentarse

Elementos de la dieta mediterránea

Elementos de la dieta mediterránea / M. G.

La dieta mediterránea ha sido desde hace años el elemento principal de la comida española, ya que se basa en el consumo de productos frescos, de temporada y estimula a las personas a mantenerse ejercitada a lo largo del día, además de dar prioridad al sueño, que tan importante es para tener una buena salud.

En esta pirámide, que desde pequeños enseñan a los niños en el colegio ya que mantiene a raya los alimentos procesados y los refrescos, que tienen mucho azúcar. 

Esta manera de comer, pone en la base de la pirámide a los hidratos de carbono, dándole prioridad al tipo de producto que se consume más que a la cantidad, también simboliza la importancia de beber agua a lo largo del día y el uso de aceites saludables tanto para cocinar como para comer, pone especial hincapié en el aceite de olvida y aconseja que sea virgen extra, para que la cantidad de grasa que se ingiera sea de la mejor calidad posible. 

La dieta mediterránea es famosa por incluir a todos los grupos de alimentos en su pirámide, en la base de representación se encuentran los alimentos de origen vegetal que aportan numerosos nutrientes y aportan mucha energía a las personas que los ingieren. En los niveles superiores, están representados los alimentos que deben consumirse en cantidades moderadas, como los de origen animal o los ricos en azúcares y grasas.

La importancia de la dieta mediterránea no se basa en exclusiva en los productos que recomienda comer a diario, sino que hay un apartado en el que se habla acerca de la actividad física, factores socioculturales, económicos y también relacionados con el medioambiente. Ha sido considerada por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad y con el paso de los años ha demostrado ser fuente de hábitos saludables para las personas que la siguen. 

Además de todos esos beneficios, supone un gran elemento estratégico en cuanto a los patrones previamente citados, y es que esta dieta puede ser clave para combatir el cambio climático: en el contexto español, puede facilitar una reducción de hasta un 72 % de los gases de efecto invernadero, un 58 % del uso del suelo, un 52 % del consumo de energía y un 33 % del consumo de agua. 

El agua es un elemento muy importante dentro de los alimentos que se recomiendan esta dieta y con el cambio climático, en la vertiente mediterránea escasean debido a este fenómeno. Otro factor que influye es que en los últimos años se han ido cambiando los hábitos alimenticios y el consumo de productos frescos ha ido cayendo y ha dado paso a un aumento del consumo de alimentos procesados y con mayor contenido de azúcares. 

Por esta razón, es recomendable que de nuevo la población tenga un poco más conciencia ciudadana y vuelva a tomar como guía esta dieta mediterránea, por el bien individual y por el bien del planeta. 

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