Los estantes de los supermercados andaluces ya están repletos de verduras y hortalizas de temporada como las alcachofas, un alimento muy nutritivo, de origen muy antiguo y que siempre ha sido asociado a las dietas de adelgazamiento por sus propiedades aliadas para perder peso, ya que, además de ser baja en calorías y rica en fibra, contiene cinarina, un componente que bloquea la absorción de grasas.

También proporciona saciedad y favorece la digestión gracias a unos enzimas que impiden la indigestión y el estreñimiento. Pero, lo cierto es que la alcachofa tiene muchas más propiedades y beneficios saludables. 

Contra el colesterol y enfermedades cardiovasculares

Una de las principales características de la alcachofa es su alto contenido en vitamina A y vitamina C, lo que la convierte en una aliada contra el envejecimiento. Contiene fitoquímicos como los flavonoides y los compuestos fenólicos, unos compuestos que tienen un papel muy activo en la reducción en sangre del colesterol conocido como "malo", por lo que se recomienda su consumo para tratar enfermedades cardiovasculares, como la arteriosclerosis y los ataques de corazón. 

Menos niveles de glucosa 

La alcachofa, al ser rica en fibra y antioxidantes, ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre, por lo que se evita la descompensación de los picos de azúcar en las personas con diabetes o que tengan altas probabilidades de desarrollarla. Una de las fibras que contiene es la soluble insulina que es la que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre. 

Es de vital importancia controlar el índice glucémico como medida preventiva de la diabetes, por lo que el consumo de la alcachofa es un plus para la salud intestinal y por tanto para evitar la diabetes. Ningún alimento te exime de nada, pero ayudará a postergar su aparición, en el caso de que tenga que desarrollarse. 

El clima que ofrece la confluencia del Océano Atlántico junto a las tierras salinas dotan a los cultivos de un sabor, textura y color únicos. Esto es especialmente favorecedor para la salud ya que, en este sentido, los nutricionistas consideran que del entorno en el que se cosechan, no solo la alcachofa, sino la mayoría de verduras, salen "auténticos medicamentos".

Contra enfermedades inflamatorias

Gracias a su alto contenido en vitamina B1 y B2, pueden ayudar a combatir enfermedades inflamatorias como el asma y las alergias, tan características de la época primaveral. Contiene compuestos antioxidantes, como ácidos fenólicos, que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo, contribuyendo a la prevención del envejecimiento celular y a la reducción del riesgo de enfermedades crónicas.

Además, es un alimento depurativo que favorece la eliminación de líquidos, de toxinas y sustancias de desechos, por lo que es muy recomendable para patologías hepáticas como pueden ser la cirrosis o la hepatitis. 

La alcachofa es un producto que se puede consumir fuera de temporada gracias a que los procesos de esterilización siguen exhaustivos controles a los que se someten en los laboratorios antes de ser envasada en recipientes de conservas, por lo que le permite mantener sus propiedades intactas. De esta manera, se pueden obtener todos los beneficios de la alcachofa en cualquier época del año.